lunes, 31 de octubre de 2016

"Enséñame que el amor es darse y que no puede mezclarse con ningún egoísmo..."

"Enséñame que el amor es darse y que no puede mezclarse con ningún egoísmo..."


Oración de una persona enamorada


n mi corazón se ha encendido, Señor, el amor
hacia una persona que vos también conocés y amás.
Vos mismo me la hiciste encontrar y me la presentaste.
Te doy gracias por este don
que me llena de una alegría profunda,
me hace parecido a vos, que sos el Amor,
y me hace comprender el valor de la vida
que vos me regalaste.

Haz que no malogre esta inmensa riqueza
que vos pusiste en mi corazón:
enséñame que el amor es darse
y que no puede mezclarse con ningún egoísmo,
que el amor es puro
y no puede coexistir con ningún bajeza,
que el amor es fecundo
y ya, en adelante, tiene que producir nueva vida
en mí y en quien me ha elegido.

Te pido, Señor,
por quien me espera y piensa en mí,
por quien ha puesto en mí su futuro, abrazando mi presente.

Te pido por quien va a mi lado, a la par,
con sus maneras, a tiempo y destiempo,
mientras nos vas madurando el corazón.

Hacenos dignos el uno del otro;
que seamos ayuda y ejemplo mutuo.

Y que siempre podamos experimentar
que la presencia del otro será siempre
reflejo de Tu presencia en mi vida.
Amén

Artículo originalmente publicado por Oleada Joven

domingo, 23 de octubre de 2016

7 características imprescindibles en un auténtico evangelizador

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H. Edgar, catholic-link
El pintor, pinta, el escritor, escribe, el médico, medica. Siguiendo esta lógica podemos decir que el evangelizador, evangeliza. ¿Esto es verdadero? ¿Realmente el que evangeliza es un evangelizador? Para llevar a Cristo a los demás es necesario una experiencia con Él, ya que nadie da lo que no tiene y nadie ama lo que no conoce. Ser un auténtico evangelizador no llega de la nada, se va “cocinando” con el tiempo. Es un constante aprendizaje del discípulo hacia el maestro. Es el fruto de una relación cercana, de una amistad. Esa relación se ve reflejada en las obras de los evangelizadores. ¿Cómo puedo ser un auténtico evangelizador? ¿Cómo puedo dar testimonio al mundo de lo que creo y de lo que soy? Primero acrecienta tu relación con el Maestro; segundo, haz un examen personal y ve si estas 7 características están reflejadas en tu vida, vas por buen camino.
Características de un auténtico evangelizador:

1. Una sólida fe

Fundamental. Sin fe no podemos evangelizar. No hablo solo de la fe en Cristo, en el Padre y en el Espíritu Santo; sino también de la fe en la Iglesia y su Magisterio. He escuchado a algunos que dicen: «Yo evangelizo, llevo a Cristo a los demás… pero eso del papa, como que no esto muy de acuerdo…». ¿Cómo que no estás muy de acuerdo? ¿Eres católico o no? Yo no debo creer solo en lo que me conviene, en lo que me gusta; debo creer aquello que Dios me ha revelado y a dispuesto para mi salvación. Nuestra fe es íntegra, no puede ser una fe de supermercado donde tomo sólo aquello que me gusta y lo demás lo dejo. Por eso el auténtico evangelizador debe decirle al Señor: «¡Creo Señor, pero aumenta mi fe!» (Marcos 9, 24) y día a día renovar su opción por Cristo conociéndole y amándole más.

«La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. Por ella fueron alabados nuestros mayores. Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve resultase de lo que no aparece… fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe…» (Hebreos 11,1-3.12,2).
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2. La coherencia de vida

El Padre Pío de Pietrelcina decía: «Haz el bien, en todas partes, para que todos puedan decir: “Este es un hijo de Cristo”». Pregúntate: ¿mis obras reflejan a Jesús? Quienes me ven, ¿pueden decir que soy un auténtico cristiano? (Piensa…) No pensemos que la coherencia de vida es una carga pesada, insoportable. Al contrario, es lo que nos da la felicidad y nos anima a continuar el buen camino que llevamos. La clave está en la humildad. En reconocer que soy un necesitado de Dios y que el quiere necesitarme. Yo no puedo evangelizar, no soy la luz verdadera; sino que mi misión es ser reflejo de la Luz de Dios. Es Cristo quien vive y evangeliza en mí. La humildad hay que pedirla a Dios, sólo así podremos ser un testimonio viviente de Jesús.
«Vino un hombre, enviado por Dios que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz. No era él la luz, sino testigo de la luz» (Juan 1:6-8).

3. Mucha humildad

Desarrollo aquí la característica ya vista en el punto anterior. ¿Qué significa ser humilde? «La humildad es andar en verdad», decía Santa Teresa de Jesús. Y es muy cierto. No podemos ser lo que no somos. Humildad es ser un verdadero hijo de Dios. Humildad es reconocerme pecador. Humildad es saber que sin Dios nada, ¡nada puedo! Humildad es no valorarme por encima de los demás, creyendo que soy mejor. La humildad tiene un efecto práctico en la vida de todo cristiano. Se es humilde siendo humilde, en gerundio. Y es esfuerzo también. Para mantenerme siempre humilde es necesario que practique la humildad. Es muy importante este punto en la Evangelización. Soy humilde cuando sé que la obra no es mía, sino de Dios. Cuando no me apropio de nada ajeno. ¿De quién es el Reino de Dios? ¿La Iglesia? Todo es de Dios, yo solo colaboro, pongo mi grano de arena. Humildad siempre, esa es la actitud cristiana.
«No hagan nada por rivalidad o vanagloria; sean , por el contrario, humildes y consideren a los demás superiores a ustedes mismos. Que no busque cada uno su propio interés, sino el de los demás. Tengan, pues, los sentimiento que corresponden a quienes están unidos a Cristo Jesús» (Filipenses 2, 3-5).

4. La fidelidad en lo pequeño

San José María Escrivá decía: «Convenceos de que ordinariamente no encontraréis lugar para hazañas deslumbrantes, entre otras razones, porque no suelen presentarse. En cambio, no os faltan ocasiones de demostrar a través de lo pequeño, de lo normal, el amor que tenéis a Jesucristo» (Amigos de Dios, 8). Así es. No podría haberlo dicho mejor. Lo normal, lo que es pequeño a nuestros ojos puede ser una gran ocasión para ser fiel a mi amor por el Señor. Por ejemplo: cuando estamos en el autobús podemos ceder el asiento, cuando estamos en la fila del banco poder ceder nuestro lugar a alguien mayor o más necesitado, cuando devolvemos el dinero de más que nos dan al pagar las compras… todo esto son “las cosas pequeñas de la vida” que, con amor, ¡se hacen grandes!
«El que es de fiar en lo poco, lo es también en lo mucho. Y el que es injusto en lo poco, lo es también en lo mucho. Pues si no fueron de fiar en los bienes de este mundo, ¿quién les confiará el verdadero bien?» (Lucas 16, 10-11).

5. Una sólida vida interior

¿Vida interior? Se trata sencillamente de la íntima unión con Cristo. Una unión real, natural, personal y constante. ¿Unión con Cristo? Sí, en el lenguaje espiritual estar unido a Cristo significa que Él esté presente siempre en mi vida. Lo está, efectivamente, pero yo puedo acrecentar esa unión a través de constantes diálogos con Él (oración), a través de las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y a través de la participación activa de los sacramentos. En fin, es buscar que Dios sea parte de mi vida y hacer lo posible para que esta relación crezca cada día más. ¡Ojo que la vida interior se puede perder con facilidad! Sí, cuando preferimos otras cosas, cuando dejamos de ir a misa por comodidad, cuando ya no rezamos. La vida interior no nos garantiza que todo vaya bien, a veces es al revés, se nos dan más ocasiones para que crezca ese amor a Dios a través de tribulaciones y pesares. Lo importante es caminar siempre de la mano de Dios, unido a Él.
«Amen al Señor su Dios, sigan sus caminos, cumplan sus mandamientos y permanezcan unidos a Él, sirviéndole con todo su corazón y con toda su alma» (Josué 22, 5).

6. ¡Mucha alegría (un santo triste es un triste santo)

La alegría es de esas cosas que se contagian fácilmente. A veces cuando estamos tristes nos basta solo la sonrisa de otro para alegrarnos. La alegría va más allá del momento. San Francisco de Asís nos dice: «por encima de todas las gracias y de todos los dones del Espíritu Santo que Cristo concede a sus amigos, está el de vencerse a sí mismo y de sobrellevar gustosamente, por amor de Cristo Jesús, penas, injurias, oprobios e incomodidades», en esto precisamente está la verdadera alegría. No somos alegres cuando no tenemos problemas ni tristezas, sino cuando somos capaces de ver a Dios con nosotros, que carga con nuestra cruz y nos anima a seguir. La alegría es, en síntesis, el sabernos amados por Dios Padre Misericordioso. ¿Alguien puede aspirar a algo mejor? No. El amor de Dios es lo más grande, por eso vivo alegre.
«Estén siempre alegres en el Señor; les repito, estén alegres. Que todo el mundo los conozca por su bondad. El Señor está cerca. Que nada los angustie; al contrario, en cualquier situación presenten sus deseos a Dios orando, suplicando y dando gracias» (Filipenses 4, 4-6)

7. Formación continua (Leer mucho, escribir)

La escuela, la universidad, el instituo, etc. son instituciones que nos ayudan a saber. La Iglesia como Madre y maestra también nos ofrece este espacio de formación en el ámbito cristiano, sí, le llamamos catequesis. Todo católico por lo menos ha pasado 3 años de catequesis. ¡3 años! Y, ¿qué he aprendido? Mmmm. A veces no sabemos cómo responder a las preguntas de nuestros hermanos separados (evangélicos). El problema es que no conocemos bien nuestra fe. Para esto existe la formación continua. No basta con saber “algo” sobre la fe, hay que escudriñar cada vez más hondo. Conocer la Biblia principalmente, los sacramentos, la gracia, el perdón, el amor, etc. etc. Leer, escribir, compartir la fe, hablar de ella con otros y crear círculos de estudio son buenas instancias para aprender siempre sobre Cristo y sus enseñanzas.
«Así dice el Señor: Que el sabio no presuma de su sabiduría, que el soldado no presuma de su fuerza, que el rico no presuma de su riqueza; el que quiera presumir que presuma de esto: de conocerme y comprender que yo soy el Señor; el que ejerce en la tierra la fidelidad, el derecho y la justicia; y me complazco en ellas» (Jeremías 9, 22-23).

Luego de haber leído estos 7 puntos y haberte examinado, te invito a que hagas un compromiso al Señor. Siempre es bueno, como fruto, comprometernos a algo. Trabajar por mejorar algún defecto en mí, ser más constante en mi apostolado, ir todos los domingos a misa prestando mucha atención, orar todos los días media hora por la mañana o la tarde, etc. Así sabremos que lo reflexionado tiene un impacto real en mi vida. La vida cristiana es un constante trabajo. «El que no avanza en la vida espiritual, retrocede», porque la vida está en constante movimiento y nosotros vamos a contracorriente. Así que ponte en marcha y no dejes de caminar con Cristo, ayudando a tus hermanos con tu ejemplo de vida alegre y coherente, intercediendo siempre en la oración por quienes se encuentran más débiles en la fe y dejando que Jesús día a día vaya transformado tu vida.

sábado, 22 de octubre de 2016

¿Te elogian? ¿Te critican? Aprovecha la oportunidad

Dios puede estar diciéndote algo importante

¿Te elogian? ¿Te critican? A provecha la oportunidad

Carlos Padilla Esteban, aleteia
La libertad interior frente a las críticas y los elogios es ese don que tantas veces pido. Es una gracia que tengo que pedir cuando me turbo con las críticas, o me creo especial con los halagos.

Lo sé con la cabeza, porque lo he oído, porque me parece evidente. Sé que ningún elogio me hace mejor de lo que soy y ninguna crítica me quita un ápice de mi valor. Pero luego mi corazón no obedece y se turba; sufre y se incomoda; se alegra en exceso o cae en la soberbia.
En ocasiones me veo descalificando a quien me critica. Como si así esa opinión dejara de tener valor por venir de quien viene. Pero creo que no es el camino descalificar a quien me critica. En sus palabras, en su crítica, Dios puede estar diciéndome algo importante.

Y si descalifico a su autor, las palabras pierden fuerza. Y yo no quiero que pierdan fuerza. Quiero que sean lo que son, ni más ni menos. Una llamada de atención. Una caricia de Dios que me conmueve.

Un elogio, una crítica, son dos caras de una misma moneda. Las dos me hablan del eco que tiene mi vida en el mundo.
A veces también me duele la omisión, cuando nadie me critica, ni me ensalza por lo que hago. El silencio es ausencia de eco. Ese silencio incómodo de la indiferencia. Esa callada respuesta del mundo que me lleva a juzgar mis actos como indiferentes para los demás.

Sé que ante las críticas no puedo defenderme. Pero muchas veces lo hago. Busco justificaciones. Ataco otras formas diferentes de hacer las cosas. Descalifico. Echo la culpa a otros. Me siento tan mal que ataco al que me critica.

Para ser humilde el camino más rápido son las humillaciones. Aunque es el camino más difícil. Leía el otro día: Resistirse a la humillación es algo natural. Retrocedemos ante las experiencias humillantes. Entonces nos vendrá bien recordar quiénes somos nosotros realmente y quién es Dios. Si detrás de esa experiencia sólo vemos el daño y lo desagradable del hecho, únicamente puede ser porque hemos perdido de vista la voluntad de Dios y su providencia”[1].

Miro a Jesús acusado injustamente y me siento tan pobre, tan débil… Lo miro a Él que no se defiende. Que no ataca con sus palabras. Simplemente calla. Yo no soy capaz de callarme. Me gustaría aprender. Callarme y no buscar salir yo bien de una ofensa. Quedar bien. Resultar ileso.

Pienso que las críticas me ayudan a cuestionar mi forma de hacer las cosas. No todo lo que hago está bien hecho. No todo recibe la aprobación de los hombres. ¿Por qué me obsesiono por ser aprobado siempre, en todo y por todos?

Tal vez es la misma herida de siempre. La herida de amor que llevo grabada en el alma. Esa herida con la que nacemos todos. Lo sé. Y busco llenar el vacío de amor que tiene el corazón herido. Lo busco. Pretendo llenarme de elogios, de halagos, de piropos. Como si al ser admirado por muchos la pena desapareciera para siempre. Y no es así. Nunca está satisfecho el corazón herido.

Es verdad que me hacen bien los halagos. Son como un bálsamo. Pero puedo caer con ellos en la vanidad. Quiero aceptarlos con humildad y luego darle gracias a Dios por ellos.

Creo que el elogio y la crítica tienen que ver con la verdad de mi vida. Soy digno de críticas y de elogios. Soy susceptible de ser criticado. No debo rechazar las críticas. Pero tampoco tengo que eludir los elogios. Ambos me construyen. Son el eco de mis obras.
El que no actúa es menos criticado que el que se expone. El que entrega su vida puede ser más cuestionado que el que la guarda. El que habla se muestra en su verdad. El que ama se arriesga. Al que se le ve se le pueden sacar más fácilmente los defectos que al que se protege mucho.

A veces por perfeccionismo guardamos lo que hacemos. Para que no nos juzguen, para que no nos critiquen. Dejamos de entregar los bocetos de nuestra vida esperando a tener lista la obra de arte. Y tal vez el tiempo se nos escurre entre los dedos y nunca damos lo que tenemos, porque no es perfecto.

Y es que nada de lo que hacemos es perfecto. Y por miedo al rechazo, por miedo a la crítica, nos guardamos.

Lo tengo claro. No puedo esperar ser gusto de todos. No quiero buscar el halago y la alabanza cuando hago algo, cuando me expongo, cuando sirvo. Esa búsqueda enfermiza y obsesiva me hace daño.

Sólo puedo acoger lo que me llega. Y ser siempre agradecido. Tanto en el elogio como en la crítica. Y esperar que las cosas me vengan de frente. Cuando alguien se atreve a decirme algo a la cara es un regalo de Dios.

Decía el padre José Kentenich: “Si soy superior debo agradecer cuando alguien me critique cara a cara. Dicho familiarmente, yo no tolero que se me ataque por la espalda”[2]. Que me digan las cosas a la cara. Y que yo sepa ayudar a otros diciéndoles cómo veo yo sus vidas.

La sinceridad es importante. El amor a la verdad. De frente, de cara. Una verdad dicha siempre con amor, con caridad. Sin herir. Con sensibilidad. Poniéndome en el lugar del otro. No de cualquier manera.

Todo ello me ayuda a crecer. Me ayuda a abrazar mi verdad aunque a veces me duela en lo más hondo. Es la honestidad con mi vida tal y como es.

Acojo con alegría los ecos que despiertan mis obras. Las huellas que voy dejando en el camino. Acepto el elogio y la crítica. Dios me habla en ellos. Dios me invita a crecer cada día.

[1] Walter Ciszek, Caminando por valles oscuros


[2] J. Kentenich, Niños ante Dios

jueves, 20 de octubre de 2016

OCTUBRE, MES DEL ROSARIO (3ª parte) VENTAJAS Y BENEFICIOS DEL REZO DEL ROSARIO

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Canta y Camina, aleteia

La Virgen ha dicho en numerosas apariciones que aquellos que recen el rosario recibirán gracias especiales. Paso a enumerar todas las que he encontrado, recogidas por la tradición de la Iglesia:

Promesas del Rosario:
1-Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
2-Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3-El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
4-Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
5-El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
6-Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7-Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8-Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9-Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10-Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11-Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12-Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13-Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14-Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
15-La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

Bendiciones del Rosario: (Magisterio de los Papas)
1-Los pecadores obtienen el perdón.
2-Las almas sedientas se sacian.
3-Los que están atados ven sus lazos desechos.
4-Los que lloran hallan alegría.
5-Los que son tentados hallan tranquilidad.
6-Los pobres son socorridos.
7-Los religiosos son reformados.
8-Los ignorantes son instruidos.
9-Los vivos triunfan sobre la vanidad.
10-Los muertos alcanzan la misericordia por vía de sufragios

Beneficios del Rosario: (San Luis María Grignon de Montfort)
1-Nos eleva gradualmente al perfecto conocimiento de Jesucristo.
2-Purifica nuestras almas del pecado.
3-Nos permite vencer a nuestros enemigos.
4-Nos facilita la práctica de las virtudes.
5-Nos aviva el amor de Jesucristo.
6-Nos enriquece con gracias y méritos
7-Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres y nos consigue de Dios toda clase de gracias.

1era parte (Los Misterios)

2a parte (Como rezar el Rosario)

OCTUBRE, MES DEL ROSARIO (2ª parte) CÓMO SE REZA

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Canta y Camina, aleteia
El modo de rezarlo es el siguiente:
1: hacemos la señal de la cruz en frente, boca y pecho mientras decimos “Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
Ahora se reza el acto de contrición (Señor mío Jesucristo).

2: recitamos la siguiente Oración:
“Abre tú, Señor, mis labios y mi boca cantará tus alabanzas.  Ven oh Dios en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.”
“Gloria al Padre, al Hijo y al Espírito Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén."

3: se enuncia el misterio correspondiente a ese día, se medita en silencio brevemente y se comienza a rezar la decena: 1 Padrenuestro, 10 Avemarías y 1 Gloria al Padre. Hay quien ofrece cada misterio o bien todo el rosario por una intención concreta.

4: Al terminar cada decena se recita una de estas oraciones:
“María, madre de gracia, madre de piedad y misericordia: defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la ora de nuestra muerte. Amen.”
“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.”

5: Al terminar el 5º misterio se rezan 3 Padrenuestros por estas intenciones:
1-Por las necesidades de la Iglesia y del Estado.
2-Por el señor obispo de esta diócesis.
3-Por las benditas almas del purgatorio.

6: Y a continuación las letanías:
Dios te salve María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia….
Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia…
Dios te salve María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia…
Dios te salve María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad llena eres de gracia…


Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo óyenos,
Cristo escúchanos,
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros
Dios Hijo redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Trinidad santa, un solo Dios
Santa María, Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virginal,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina elevada al cielo,
Reina del santísimo rosario,
Reina de las familias,
Reina de la paz.


Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Oración:
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies nuestras súplicas en  nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo mal, Virgen gloriosa y bendita. Ruega  por nosotros, santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro señor Jesucristo. Amén.
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que por el anuncio del ángel hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y cruz seamos llevados la gloria de su resurrección. Pero Jesucristo nuestro señor. Amén.



1era parte (Los Misterios)

3era parte (Ventajas y Beneficios)


OCTUBRE, MES DEL ROSARIO (1ª parte) Los Misterios


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Canta y Camina, aleteia
Los cristianos dedicamos el mes de Octubre a la devoción mariana por excelencia: el santo rosario.
Desde siempre lo he sabido, no me preguntes cómo, ha sido algo tan natural como el respirar.
Ahora comparto este saber contigo en tres artículos consecutivos, para no cansarte.


HISTORIA
La historia del rosario es bien bonita y su inicio se remonta a la antigüedad clásica, cuando griegos y romanos coronaban con rosas las estatuas de sus dioses simbolizando así la entrega de sus corazones.
Cuando llegó la persecución a los cristianos, las mujeres que condenadas al martirio en el Coliseo acudían vestidas con sus mejores ropas y adornadas con coronas de rosas que indicaban la entrega de su corazón a Dios. Por la noche los cristianos recogían esas coronas y rezaban una oración por cada rosa pidiendo el descanso eterno del alma de las mártires.


La Iglesia empezó a recomendar el rezo del rosario, que consistía en recitar los 150 salmos de David, pero sólo lo hacían las personas cultas ya que la mayoría de los cristianos no sabían leer. Por esto, la misma Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer cambiaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este rosario se le llamó “salterio de la Virgen”.


Fue pasando el tiempo y a finales del siglo XII Santo Domingo de Guzmán sufría al ver la gravedad de los pecados de los fieles que le habían sido confiados, así que decidió ir al bosque a rezar para pedir a Dios que le indicara el modo de convertirlos. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose  y en un momento dado se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.


En otra ocasión la Virgen le explica lo mucho que le gusta a Dios el rosario de Avemarías porque le recuerda ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.


Santo Domingo empezó a predicar acerca del rezo del rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción. Murió en 1221 tras dedicarse a predicar y hacer popular la devoción del Rosario con tres fines: la salvación de las almas del Purgatorio, el triunfo sobre el mal y la prosperidad de la Iglesia.


Este  fervor se mantuvo durante cien años tras su muerte y empezó a ser olvidado.


En 1349 hubo en Europa una terrible epidemia de peste en la que murieron muchísimas personas. En ese momento Alan de la Roche era el superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario. Se le aparecieron Jesucristo, la Virgen y Santo Domingo y le pidieron que restableciera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario.


Él y todos los frailes dominicos comenzaron esta labor de propagación en 1460. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de entonces esta devoción se extendió en toda la Iglesia.
Sigue pasando el tiempo y el 7 de octubre de 1571 tuvo lugar una batalla naval en el golfo de Lepanto, entre el Peloponeso y Epiro, que enfrentó a los turcos otomanos contra una coalición cristiana llamada Liga Santa, integrada por el Papa, la República de Venecia y la monarquía de Felipe II.


Los cristianos sabían que si perdían esta batalla su religión peligraba,  y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos que rezaran el rosario por la flota.
Los cristianos vencieron a los turcos, pero días antes de conocer la noticia de la victoria, el Papa estaba en Roma despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había vencido; ordena que se toquen las campanas y realiza una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano.


Posteriormente instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre, pero un año más tarde Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre, día en que se había ganado la batalla. 


Actualmente se celebra la fiesta de Nuestra Señora del  Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

CONTENIDO
En esta oración tan sencilla está contenida toda la historia de la Salvación, y para que  nos resulte fácil rezarla y así profundizar en su significado, nuestra madre la Iglesia agrupa estos misterios en decenas “temáticas” para los distintos días de la semana.


Lunes y sábados meditamos y rezamos los misterios gozosos:
1º- La encarnación del Hijo de Dios.
2º-La visitación de María a su prima Santa Isabel.
3º-El nacimiento del Niño Jesús en Belén.
4º-La purificación de María.
5º-El Niño perdido y hallado en el templo;


Martes y viernes los dolorosos:
1º-La agonía de Getsemaní.
2º-La flagelación del Señor
3º-La coronación de espinas.
4ª-Jesús carga con la cruz camino del calvario.
5º-Jesús muere en la cruz;


Miércoles y domingos los gloriosos:
1º-La resurrección del Señor.
2º-La ascensión del Señor a los cielos.
3º-Pentecostés.
4º-La asunción de María a los cielos.
5º-La coronación de María Santísima como reina y señora de todo lo creado;


Y los jueves los luminosos:
1º-El bautismo de Jesús en el Jordán.
2º-Revelación a los discípulos en las bodas de Caná.
3º-El anuncio del Reino invitando a la conversión.
4º-La transfiguración.
5º-La institución de la Eucaristía.


2a parte (Cómo rezar el Rosario)

3era parte (Ventajas y Beneficios)

Descubre por qué este equipo de fútbol se viste de morado en octubre

El equipo peruano es único en el mundo que cambia de color
para honrar al Señor de los Milagros

Descubre por qué este equipo de fútbol se viste de morado en octubre

Esther Núñez Balbín, aleteia
Con paso acelerado, ya en la boca del túnel, jugadores se santiguan y piden la bendición, antes de salir a la cancha. ¿Qué hace crecer la fe de un equipo de fútbol?

Agitada por el viento cuelga en un rincón del camerino, una efigie de mosaicos de piedras y palmitas que diseñó “El Chino” José Carrión, utilero de uno de los equipos deportivos más populares del Perú, Alianza Lima.

Desde entonces los morenos del equipo de fútbol del distrito de la Victoria, buscan la victoria bajo su bendición, cuenta su hijo Luis Achong, a un diario local de la prensa peruana.

El grupo de jugadores de fútbol, donde impera la ilusión del pobre, dice a la letra una de sus barras aliancistas, viste de morado durante el mes de octubre.Todos los jóvenes y adultos que se suman a las filas de esta agrupación deportiva, dejan en el ropero su camiseta blanquiazul, para cambiarla por una de color morado. Es así como terminan rendidos a los pies del Cristo moreno.

Un equipo de fe
Ir tras el balón con astucia y sagacidad, no lo es todo. El contorneo y sinuosa defensa de la pelota hacen que los goles sean muy vitoreados. Pero lo que nadie imagina es lo que se esconde detrás del gol aliancista.

“Llevaba velas en mis bolsillos, era para entregarles a los jugadores”, cuenta Luis, quien trabajó como utilero del equipo por muchos años, siguiendo la tradición de su padre “El Chino”, Pepe. Minutos antes de iniciarse un encuentro deportivo, le iba entregando a cada jugador una vela.

Antes de mirar el balón la mirada de estos muchachos, era para aquella imagen del Cristo en la cruz, ubicada en el altar mayor del Santuario de las Nazarenas. Los goles iban y venían. Incluso algunos le dedicaban un gol. La fe del equipo iba en aumento.

Tradición cobra vida en octubre
La imagen pintada por un esclavo de casta angoleña, es considerada milagrosa, venerada por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo. Un mar morado no sólo identifica a sus devotos, sino también al equipo de éste populoso barrio de Lima.

Desde hace 40 años el “Club Alianza Lima” cambia de piel.La blanquiazul, camiseta que distingue a la terna aliancista, se convierte en blanquimorada. Es el único club en el mundo que honra al Señor de los milagros en el mes morado.

Una soga blanca llevan en la cintura las mujeres, debajo una túnica morada cubre su cuerpo, y los varones llevan una corbata del mismo color. Del mismo modo el grupo de estos esforzados muchachos diseñan una peculiar camiseta morada para el mes de octubre.

Camisetas deportivas se pintan de morado
Cuando la lluvia terminó por empapar los uniformes, los jugadores no contaron con la astucia del utilero Carrión, quien por entonces cargaba el anda del Señor de los Milagros. Pepe decidió tomar prestadas las telas de los hábitos, para improvisar las camisetas. Le costó el puesto al creativo utilero.

La anécdota permitió que en 1956 Alianza Lima, le volteará el partido a “Sporting Tabaco”, conocido ahora como “Sporting Cristal”. “El Chino” Carrión, fue repuesto en su labor. Y ahora árbitros, técnicos deportivos, jugadores incluso otros equipos comparten la devoción al Cristo morado.

La empresa Nike presentó en conferencia de prensa el último diseño de estas camisetas que lleva en la zona superior de la espalda, un escudo con la cruz y la nomenclatura del Señor de los Milagros.

“Para tener un buen desempeño en octubre, aquí te traigo nuestra camiseta”,expresó Anthony Lavalle, joven integrante del equipo, acompañado de Alfredo Carrillo presentaron al Cristo de Pachacamilla estas prendas, las mismas que vestirán en cada uno de los encuentros deportivos durante éste mes. Las camisetas recibieron una emotiva bendición, en el Santuario de las Nazarenas, ubicada en el centro histórico de Lima.

El equipo de los amores para algunos, se mantiene en el séptimo lugar del cuadro deportivo con 51 puntos, siete por debajo del cuarto lugar, sin embargo, nada los hace doblegar. El equipo, va en busca del título nacional.