martes, 1 de agosto de 2017

Perú: Donarse a sí mismo a través de una música que regala esperanzapor Esther Núñez Balbín/Aleteia Perú

El tenor peruano Juan Diego Flórez lideró un concierto a favor de los damnificados por el "Niño Costero"
Es la perla que Ayacucho admira. A sus cortos 11 años ya es una celebridad comparada con grandes concertistas peruanos. Perla León, repunta alto, la niña prodigio hija de Ayacucho, ejecuta la guitarra como toda una profesional.
Su sensibilidad por la música cautivó a Juan Diego Flórez, primer tenor peruano, quien luego de verla en escena decidió convocarla para llevar adelante junto a más de 300 niños músicos un concierto sinfónico por los damnificados de las inundaciones y deslizamientos producidos por el fenómeno del “Niño Costero” en la región norte del Perú.


“En Sinfonía por el Perú está permitido soñar. Llegan sin saber que tenían talento para la música, y luego se dan cuenta que podían hacerlo. Se convierten en mejores estudiantes y mejores personas. Esta escuela de música ha logrado vencer la pobreza, luego de seis años de emprender el proyecto social en el país”, así lo comentó para la prensa peruana su fundador, el mismo Juan Diego.


Sinfonía por el Perú en concierto siembra esperanza

Entre violines y chelos los niños llevaron esperanza a quienes lo han perdido todo. Así los integrantes de “Sinfonía por el Perú” hicieron realidad su sueño de acompañar en la música a uno de los más grandes tenores del mundo. “La cultura nos une. Nuestra misión como músicos es mover a los demás, impulsar el espíritu para ser capaces de donarse al otro”, expresa.
Para el tenor internacional Juan Diego, la pobreza no es la falta de pan, sino más bien el olvido, o el abandono de una persona. Es por es, que desde 2011 Juan Diego enseña música a niños que viven en situación de riesgo. Ahora son ellos, los niños miembros de “Sinfonía por el Perú”, quienes llevan esperanza con este concierto. 
Más de 1.000 personas que se dieron cita vibraron con los diversos ritmos; valses, festejos, huaynos andinos y cumbias amazónicas que forman parte de las tradiciones musicales que existen en el Perú. “José Antonio”, “Adiós pueblo de Ayacucho”, “Cuando llora mi guitarra”, entre otros valses sirvieron también para celebrar los 196 años de independencia que cumplió el Perú el 28 de julio último.


Emblemático “Contigo Perú”

Luego del emblemático tema, ahora convertido en un himno, “Contigo Perú”, interpretado por el tenor lírico, cuando el mundo miraba de lejos el sufrimiento de los peruanos, durante los acontecimiento producidos por los desastres naturales que afectaron el norte del Perú, Juan Diego quiso ofrecer este concierto popular donde vinculaba su arte con el criollismo peruano.
“La música nos llena el alma”, argumenta Inmanol, quien cautiva al público con su chelo. El niño de 14 años, natural de Puno, jamás olvidará la significativa despedida que le dieron sus compañeros en las orillas del Lago Titicaca cuando viajó de Lima a Ginebra de la mano de Juan Diego. “Canto, toco, crezco” “Buen viaje Inmanol”, vitoreaban mis compañeros, recuerda el músico durante una entrevista.
La música conmovió los corazones para conseguir los fondos a los cerca de 290.000  damnificados. “Sinfonía por el Perú” cumplió su misión mover el corazón de los peruanos. Esta vez la cultura logró unir a los peruanos. Mientras las poblaciones vulnerables y que viven en situación de riesgo sigan soñando, la música se convertirá en el puente para creer en uno mismo, y a partir de allí, soñar con que la esperanza nos permite conseguir el donarnos al otro.

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